I CUARENTA DÍAS DE TRABAJO
- Cuaresma significa “cuarenta” y se aplica a los 40 días de intensa preparación a la fiesta de Pascua.
- Jesús se retiró durante 40 días. Moisés aguardó 40 días antes de subir al Sinaí. Elías caminó durante 40 días hacia el Horeb. Y la marcha de los judíos por el desierto duró 40 años.
- “40” es pues, un número simbólico que expresa víspera, “preparación” intensa de algo importantísimo que, para nosotros, es la Pascua.
- No se entiende la Cuaresma si no es en función de la Pascua.
- El tiempo de Cuaresma empieza el Miércoles de Ceniza y acaba el Domingo de Ramos. En ese período no se canta el “Aleluya” ni se recita el “Gloria”.
- En los primeros tiempos, la Cuaresma era un período de preparación intensiva al Bautismo, que se celebra en la noche de Pascua.
- El ser bautizado exige una coherencia y un cambio de mentalidad.
II. TIEMPO DE CAMBIO
- El Miércoles de Ceniza se nos dice: “Convertíos y creed en el Evangelio”. La Cuaresma es pues, un tiempo de conversión.
- Convertirse significa “volver”, “cambiar”, “corregir el camino” “Renovarse”
- El cambio que queremos es pasar del “hombre viejo” al “hombre nuevo”
- “Hombre viejo” es el que vive a espaldas de Cristo y del Evangelio. “Hombre nuevo” es el que sigue a Jesús y vive según el Evangelio.
- ¿Tú eres un “hombre viejo” o un “hombre nuevo”? Piénsalo bien, ¡hombre!
- Algunos cristianos creen que la conversión es sólo para los paganos y herejes.. Y, claro, no necesitan la Cuaresma.
- Otros piensan que con no comer carne los viernes o dejar de fumar ya han cumplido… ¡No! Si no hay cambio, no hay Cuaresma.
- Cuaresma es cambiar de vida.
III. CAMBIAR EL CORAZÓN
- El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia. Los Viernes de Cuaresma son días de abstinencia.
- Ayunar por ayunar no tiene sentido y no hace a la gente mejor… Sobre todo en un mundo en que muchos ayunan, no porque es Cuaresma, sino porque no tienen qué comer.
- Abstenerse de comer carne es un signo que tiene su importancia por lo que significa.
- El ayuno y la abstinencia son “signos de conversión”. No son “la conversión”.
- El ayuno es signo de que tú:
- Quieres “ayunar de pecados”.
- Te solidarizas con los hambrientos.
- Prefieres el pan de la Palabra.
- Frenas el consumismo.
- Quieres compartir lo tuyo.
- La abstinencia es signo de que tú:
- Quieres abstenerte del pecado.
- No te comes el pan de los pobres.
- Te “mantienes en forma” por dentro.
- Lo que interesa es cambiar el corazón.
IV. “CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO”
- La Cuaresma es un tiempo de renovación para la comunidad. 0 la hacemos todos juntos o no es Cuaresma.
- Hace Cuaresma: la pareja, la familia, el grupo, la parroquia, la comunidad. Nadie hace la Cuaresma solo
- Si los creyentes de este país cambian, todo el país hará el cambio. La Cuaresma ayuda a cambiar la sociedad.
- El modelo del cambio está en el Evangelio, la Palabra de Dios. Cuaresma es un tiempo favorable para el anuncio y la escucha de la Palabra.
- San Jerónimo decía: “Ignorar el Evangelio es ignorar a Cristo”.
- Jesús decía: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de mi Padre”.
- La lectura del Evangelio en familia, las convivencias, los Ejercicios Espirituales, los cultos de las Hermandades… son momentos privilegiados para escuchar la Palabra de Dios. No cierres tus oídos a la Palabra.
V. LA CUARESMA Y EL HOMBRE DE HOY
- El hombre de hoy es un poco autosuficiente y algo olvidado de Dios. Confía demasiado en la razón y, a veces se cierra a la fe, ¿no te parece?
- El hombre de hoy piensa que la Cuaresma es para los “carrozas” y los “carcas”: “ya no se estila”.
- Dicen que el hombre de hoy ha perdido la conciencia de pecado. ¿Será verdad que ya no hay pecados?
- ¿0 será que el hombre de hoy necesita más que ningún otro convertirse?
- Lo que pasa es que convertirse es algo complicado.
- Cuando el hombre de hoy comprenda lo serio que es cambiar de vida y poner en cuarentena el corazón, entonces se dará cuenta que necesita la Cuaresma.
- El hombre de hoy es el hombre del evangelio, porque el evangelio siempre es de hoy.
- Todos somos hombres de hoy, que necesitamos una Cuaresma de “hoy”.